lunes, 2 de enero de 2012

Espacios y ausencias

Para Juan Ángel Q. Por su presencia, siempre.

Hace poco conocí una serie fotográfica titulada Ausencias de Gustavo Germano, en ella se retratan personajes invisibles, víctimas de la dictadura militar argentina. Consiste en que, a partir una imagen antigua, se recrea la misma imagen, ahora actual pero con un lugar vacío, un espacio vacío y ausente y, al mismo tiempo, con la fuerza de un alguien que, sin duda, está todavía presente; porque cuando se siente la ausencia de alguien, de algo es, tal vez, porque está más vivo y más cerca que nunca. (Esa inverosímil sensación de que la muerte es como la vida y viceversa). El siguiente es un ejemplo de aquella estremecedora muestra fotográfica:


Hay ocasiones en que, como dice el dicho, una imagen vale más que mil palabras. Hoy, dos imágenes valen más que muchas palabras, palabras que se han ido y han sido escuchadas por el aire, por el miedo y el silencio, esos espacios abstractos que se convierten, tarde o temprano, en la compañía y en los amantes de muchos o de todos.

Tal vez, las siguientes fotografías no tengan la profundidad y tenacidad de Germano en su trabajo artístico e investigativo, pero quizá logren ilustrar esa ausencia-presencia de la que hablo, ese sentir de cerca a un alguien que está lejos pero no está ausente, ese recuerdo inevitable de unos pocos buenos momentos y ese inexplicable y aplicable interés por volver a esos espacios que, una vez, estuvieron habitados por cuerpos y por palabras y que hoy los habita la ausencia, la lejanía, el recuerdo pero, nunca, el olvido: