sábado, 5 de diciembre de 2009

Y para esta época...

Diciembre, sí. Felicidad, alegría, fiestas, regalos, música, luces, colores, árboles, Papá Noel, Reyes Magos y niño Jesús.



Diciembre, tal vez. Pólvora, algarabía, ruido, niños quemados, marranos cruelmente asados, calles sucias, licor, papás borrachos, papás secuestrados, papás desaparecidos, papás muertos, madres tristes, niños pobres, casas a oscuras, árboles sin hojas, regalos imaginarios y reyes que no existen.

Diciembre para unos…rutina para otros.

Nota: La imagen fue tomada de: http://lnk.ly/sgk6

4 comentarios:

Catalina Trujillo dijo...

Aún para el que vive una rutina de dolor, tristeza, abandono o desolación, diciembre se convierte en un mes esperanzador. Al menos tienen esta época para soñar con esa felicidad que unos tienen todo el año y desbordan en este mes.

A mí diciembre me produce sentimientos encontrados. Me molesta la fanaticada decembrina, pero igual me molesta el espíritu antinavidad que tienen muchos —muchos del estilo de mis amigos—, que se volvieron en contra de estas fiestas porque sí, sin razón, dejándose llevar por una corriente que les hace creer que no hacer parte de estas fiestas, criticarlas y burlarse, los hará ver más interesantes, intelectuales o cool. Qué bobada.

Saludos.

Laura Giraldo dijo...

Cata...yo también tengo muchos sentimientos encontrados con esta época. Me gusta compartirla con mi familia y amigos, me gusta prender velitas y todavía me trae regalos el niño Jesús...lo que me pone a pensar es el hecho de que a nuestro lado pasan mil cosas irracionales y cuando unos estamos "disfrutando" y "celebrando" otros, simplemente, lloran o sufren por lo que acontece en su día a día. Este pequeño texto que hice, representa, precisamente, eso que pienso de diciembre y de la navidad.
Gracias por pasarte y un saludo para tí también

Unknown dijo...

Lauris, cosas irracionales pasan todos los días e igualmente cada día unos celebran y otros lloran, tal vez, al crecer nos damos cuenta que la navidad no era como la q vivimos en nuestros años de infancia donde todo lo que mirábamos era alegría, vivíamos ocultos de la realidad... de esa pesada realidad para algunos... es triste, pero no es navidad, creo que es nuestra inhumana naturaleza q a veces nos caracteriza, que hace de todo una fiesta egoísta....

te quiero mucho

Laura Giraldo dijo...

MANU: Qué bueno recibir tu comentario...muchas gracias y estoy de acuerdo contigo en que a medida que crecemos nos damos cuenta de que la navidad no es tan mágica como era antes y es precisamente, por ese crecimiento, que nos cuestionan las cosas que pasan. Un abrazo y te quiero!