En lo más recóndito del Polo Norte vive un hombrecillo de hielo, alto como el suave humo que se desprende de las chimeneas, es también un ser delgado y transparente. Su corazón, que se puede ver, es blanco, tan blanco como la misma nieve en la que vive, es un corazón frío y pequeño; su mirada, dura y triste a la vez.
Es un ser congelado de miedo y de temores, un hombrecillo antipático, serio, malgeniado, con dificultad para sonreír, para enamorarse y para que se enamoren de él, y además los besos y abrazos que regala son de hielo y por esa razón no inspiran nada, pues no son dados con suavidad y ternura.
Sin embargo, este hombrecillo, en lo más profundo de su pequeño corazón, guarda un poco de sinceridad y aunque no lo crean, guarda un poco de amor y si nunca lo demuestra es porque teme que las pocas personas que lo rodean lo vean como un ser con debilidades y poco fuerte.
La cualidad más grande que este hombrecillo posee es la de saber conocer muy bien a las personas y guardarlas en su corazón para siempre. Él, solitariamente, espera día tras día a que llegue alguien especial que también se lo lleve en su corazón, para que con el calor de un buen amigo o un buen amor se descongele este duro cuerpo y tenga la oportunidad de nacer nuevamente como el hombrecillo cálido y alegre que siempre quiso ser, pero que nunca pudo, por su simple y triste forma de vida.
Este trabajo fue realizado en primer semestre para Procesos orales de lectura y escritura
Es un ser congelado de miedo y de temores, un hombrecillo antipático, serio, malgeniado, con dificultad para sonreír, para enamorarse y para que se enamoren de él, y además los besos y abrazos que regala son de hielo y por esa razón no inspiran nada, pues no son dados con suavidad y ternura.
Sin embargo, este hombrecillo, en lo más profundo de su pequeño corazón, guarda un poco de sinceridad y aunque no lo crean, guarda un poco de amor y si nunca lo demuestra es porque teme que las pocas personas que lo rodean lo vean como un ser con debilidades y poco fuerte.
La cualidad más grande que este hombrecillo posee es la de saber conocer muy bien a las personas y guardarlas en su corazón para siempre. Él, solitariamente, espera día tras día a que llegue alguien especial que también se lo lleve en su corazón, para que con el calor de un buen amigo o un buen amor se descongele este duro cuerpo y tenga la oportunidad de nacer nuevamente como el hombrecillo cálido y alegre que siempre quiso ser, pero que nunca pudo, por su simple y triste forma de vida.
Este trabajo fue realizado en primer semestre para Procesos orales de lectura y escritura
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